El fuego insurreccional ardía por todo el país y las horas de la dinastía Somoza estaban ya contadas, es julio de 1979 y el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) está a punto de cumplir su propósito final, la liberación de un pueblo que por más de cuatro décadas ha vivo bajo el yugo somocista, que es sinónimo de opresión, explotación, tortura, corrupción y miseria.
Es 17 de julio de 1979, una de nuestras más memorables e históricas fechas como pueblo nicaragüense, es el Día de la Alegría y ¿por qué?, porque fue el día en que sale en estampida el último de los Somoza y sus secuaces, sepultando así más de 40 años de masacres en contra del pueblo.
Era el tirano dictador Anastasio Somoza Debayle, quien seguía el rumbo característico de una dictadura sangrienta y déspota, una dictadura de la que el pueblo ya estaba cansado y tras años de resistencia, la decisión fue final para integrar ese gran movimiento popular y revolucionario; mujeres y hombres, obreros y campesinos fueron parte del FSLN, que con la lucha armada logró el derrocamiento de la dinastía de los Somoza.
El 17 de julio de 1979 se recuerda como el día de luz para nuestro pueblo, la rendición y huida del tirano Somoza significó el cumplimiento de los ideales de Zeledón, de Sandino, de Andrés, de José Dolores Estrada, de Nicarao y Diriangén, de todos los héroes y mártires que dieron su vida y sangre por que el pueblo dejara de ser esclavo y pasara a ser constructor de sus sueños.
Hace 46 años, Nicaragua gritó y se revistió de felicidad, pues la salida de Somoza en avión privado hacia Miami, representaba un paso gigantesco para conquistar la libertad, que dos días después, un 19 de julio de 1979 llegó, con la manifestación “Aquí Nicaragua Libre”.
El pueblo salió de la postración y la miseria y a 46 años de ese histórico triunfo de nuestra Revolución Popular Sandinista, las y los nicaragüenses estamos seguros de que seguiremos defendiendo la libertad y la paz, la soberanía y la dignidad nacional que fueron alcanzadas, porque solo así cosechamos el futuro de amor y unidad que todas y todos queremos.
